“Tres amores postmodernos” es una revisión de esas situaciones tan temidas como inesperadas que amenazan las relaciones de pareja. Una aproximación a esas versiones actualizadas del desamor en tiempos de tecnología y nuevas familias.
Escrita por Eduardo Adrianzén y dirigida por José Miguel, nos presenta tres historias, tres relaciones fragmentadas por el interés particular, el miedo y la desilusión. “La hija del repollo” es un negación total a la responsabilidad y el provecho que se puede obtener de ella, como consecuencia de una noche de pasión. Una peculiar visión detrás del activismo y el compromiso social tenemos en “Héroes al fin”, cuando el deseo se desvanece ante el miedo de amar. Un fatídico reencuentro escolar devela la peor pesadilla en una relación aparentemente estable, en “Veneno para orquídeas”.
"Tres amores postmodernos" es también un juego de apariencias y estereotipos quebrados
Es curioso que estas tres historias -ninguna relacionada a la otra- tenga un tema en común, más allá de las fragilidades mencionadas. Las tres tienen en el embarazo y el miedo una fijación por la decadencia, un real problema o testigo, aquella situación –paradójicamente “embarazosa”- que obliga a la toma de una decisión o recuerda la responsabilidad inminente.
Los “Tres amores postmodernos” nos muestran, de esta manera, esa capacidad humana de quebrar con aquel ideal de amor que nace producto de un deseo, tan solo por el temor o la concupiscencia impuesta por una sociedad que sobrevive entre lo convencional y la negación a los condenados (la mujer mentirosa, el hombre irresponsable, la guapa libidinosa, el marido infiel, la amiga traicionera), en tiempos en que se hacen cada vez más visible los reclamos de las “minorías” y las carencias de las mayorías.
¿Puede el deseo, VESTIDO DE AMOR, desequilibrar lo establecido ?
La minuciosa puesta de José Miguel -y el destacado trabajo de los cuatro actores que dan vida a doce personajes- es una cercana e íntima mirada que roba la complicidad del público. Una certera aproximación contemporánea a la relación humana postmoderna, impregnada de drama y comedia en la justa medida. Eficaz si queremos reconocernos en cada una de sus situaciones, tan culpables y tan reflejados que bien podríamos estar en el escenario propio del día a día. Al fin de cuentas no hay anhelo sin tropiezo y el amor, en estos tiempos de redes sociales, agudiza aun más aquella fórmula: amor-mentira-desilusión-carencia-deseo.
Tres amores postmodernos
Dirección: José Miguel
Texto: Eduardo Adrianzén
Actúan: María Pasamar, Ana Cecilia Salazar, Carlos Alza, Carolina Quiroz.
Dónde: Teatro Racional (Av. Balta 170, Barranco).
Cuándo: hasta el 25 de abril, de jueves a sábados, 8 p.m.
